Todo se va en becas, programas para ganar votos y en subsidiar las obras de López Obrador. Tremendo
Banxico ingresó en el último año de López Obrador 836 mil 766.8 millones de pesos, tomó 737 mil 539.8 millones para deudas del gobierno, guardó 81 mil 232 millones y transfirió el resto al gobierno. Pero ese remanente no da para cumplir las promesas oficiales.
Peor: para costear los programas sociales del año electoral, López Obrador tuvo que pedir prestados 2.2 billones de pesos. El resultado fue lamentable: provino de la deuda, uno de cada cinco pesos que gastó para mantener el poder.
Encima, mucho del gasto del gobierno de Sheinbaum se irá en mantener las obras fallidas de López Obrador, lo que equivale a meterle dinero bueno al malo. Por ejemplo, en el Tren Maya gasta 700 pesos por cada 100 que recauda. Un tren descarrilado, la verdad.
Otro desastre es Mexicana de Aviación: en el último año de López Obrador y primer semestre de Sheinbaum, le metieron 20 mil millones de pesos. Cada pasajero ingresa 927 pesos, pero trasladarlo cuesta cinco mil. Una aerolínea en el suelo, la verdad.
Otro caso de dinero bueno al malo es la refinería de Dos Bocas: le aprobaron una inversión adicional de mil millones de dólares para obras no contempladas, y ajustes como construcción de obras y recomposición de equipos. Una refinería que no refina, la verdad.
Dos Bocas costaba ocho mil millones de dólares, va por 10 mil millones y no refina. Pero Pemex registra una caída del 7.1% en la refinación en sus seis refinerías, ya obsoletas. Lo que debieron hacer fue modernizar éstas, y no tirar el dinero en Dos Bocas.
Algo a lo que se tiene que poner atención es que; mientras el gobierno le mete dinero al malo, la economía registra dos trimestres consecutivos con retroceso, lo cual se llama “recesión”. Además, se están fugando capitales a un ritmo electrizante.
Por ejemplo, hasta la mitad de abril se contabilizaron cinco días seguidos de escape de capitales, por un total de 64 mil 418.58 millones, que es la mayor salida de capitales para un periodo de cinco días, desde el primer mes de la pandemia: marzo de 2020.
A todas estas, más que de la seguridad pública y las relaciones con EU, la paz social de México depende de la entrega de transferencias en efectivo que llevaron y mantienen a Morena en el poder. Para 2025, el plan de reparto es descomunal: 835 mil millones de pesos.
O sea: el gobierno de Sheinbaum gastará 11 de cada 100 pesos del Presupuesto para 2025 en cumplir la promesa de mantener los programas sociales y becas que le permitieron ganar las elecciones.
Todo se va en becas, programas para ganar votos y en subsidiar las obras de López Obrador.
Tremendo.